Una curiosa fotografía de Maria Stezel para National Geographic. en la que se ven estos bloques de hielo con ese precioso color azul fruto del oxígeno que ha quedado en su interior.
Todo lo nítido y puro siempre me ha resultado atractivo. Si además se añade este color azulado todavía es más llamativo.
Pobrecitos, parece que estén aislados, abandonados a su suerte, medio congelados. Pero tienes razón, la imagen es preciosa, muy evocadora.
Un blog muy interesante, felicidades.
No hay problema. Seguro que hay pocos seres más dotados que ellos para salir de esa situación.
Gracias por la amabilidad y me alegro de poder compartirl la imagen contigo.
Saludos